Quienes presenciaron la inauguración del Mundial de Brasil a través de sus televisores ya saben que no fue así. No hubo imagen potente ante los ojos del mundo
En lo que fue, posiblemente, la mayor -que no única- polémica de la inauguración del Mundial, los espectadores sólo vieron unos pocos segundos a Juliano Pinto (el parapléjico protagonista de la iniciativa, elegido entre ocho voluntarios), y además se perdieron el histórico chut: a los responsables de la realización sencillamente “se les pasó” (uno de ellos ha sido ya despedido).
Posiblemente contribuyera al escaso protagonismo de la escena el hecho de que, en contra de lo anunciado, el saque de honor no se realizara desde el centro del campo, sino desde el borde: la organización no había previsto que los 70 kilos de exoesqueleto, sumados al peso de su ocupante, podían hacer estragos en el césped del campo poco antes del partido inaugural.
via Exoesqueleto, saque de honor y polémica en Brasil | TICbeat.