El año pasado en la Google Play se pusieron duros exigiendo la obligación de actualización que tienen los desarrolladores con las distintas versiones de Android. Cada una de las versiones de Android posee unos niveles de API o Interfaz de Programación de Aplicaciones por sus siglas en inglés, que aseguran unos requerimientos mínimos para que la app funcione correctamente.
La revisión de nivel 28 de las APIs de Android corresponde a la última versión de sistema, 9 Pie. El plazo de adaptación tiene bastante holgura ya que Google lo ha fijado para agosto, aun así seguramente muchos desarrolladores verán bloqueada la publicación de su app por apuntar a una API de nivel inferior.
Actualizar las aplicaciones a estas APIs supone un esfuerzo para el desarrollador, pero esto garantiza que el usuario aprovecha todas las características de su versión de Android, especialmente en el tema de errores y vulnerabilidades.
Que las aplicaciones sean actualizadas con frecuencia es bueno para quienes las descargamos ya que no solo nos ofrecen más opciones, sino también aumentan la garantía de la seguridad. Google hace más hincapié que nunca en que Android 9 Pie es muy seguro, de ahí que esté obligando a los desarrolladores a optimizar sus apps para esta versión.
En agosto será obligatorio para las nuevas aplicaciones. A partir de noviembre de 2019 la Google Play bloqueará las actualizaciones de las apps si estas no cumplen con el mínimo de API nivel 28 de Android 9 Pie.