La telemedicina consiste en la prestación de servicios médicos a distancia para que, entre muchos beneficios, el paciente pueda recibir cuidados remotos, en contacto con personal de salud altamente capacitado, las 24 horas del día, los 365 días del año. Esto le evitaría al paciente en cuestión acudir a una consulta presencial y todo lo que ello implica: viajar grandes distancias, asumir costos asociados de transporte, que los profesionales sanitarios no estén disponibles en un momento específico o que no cuenten con la capacidad resolutiva adecuada en determinadas instalaciones hospitalarias.
Definitivamente, el uso de las tecnologías de la información asociadas a la atención médica remota aportará grandes bondades al profesional de la salud y al usuario que requiere cuidados en el futuro cercano. Pero sin duda las supondrá, por ejemplo, para las personas de la tercera edad, un grupo etario que generalmente posee poco conocimiento de las últimas innovaciones. En este caso, la telemedicina será capaz de poner fin a las barreras tecnológicas existentes al día de hoy y convertirse en la mejor manera de asegurar conocimiento y calidad de vida a las personas mayores de 55 o 60 años.
Es innegable que los adultos mayores conforman un grupo social que, producto de los excesos o las deficiencias alimenticias a lo largo de los años, la falta de actividad física, las preocupaciones socioeconómicas y/o la desocupación laboral, pueden llegar a desarrollar diversas patologías que ameritan de una atención de salud constante.
Y qué mejor que las nuevas tecnologías aplicables a la salud para asegurar el acceso de los abuelos o personas con discapacidad a un servicio remoto que les aportaría la posibilidad de un mayor control médico, sin tener que desplazarse a grandes distancias para acudir a una cita presencial o tener que esperar horas en una sala por un turno para ser atendido.
Cerrando la brecha digital
Señala la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) que, en los últimos años, el avance de la tecnología se ha reflejado positivamente en los modelos de asistencia sanitaria. Sin embargo, hay cierta brecha entre las tecnologías de la comunicación e información de vanguardia y las personas mayores que, de forma natural, suelen resistirse a ellas.
Esto tendría especial incidencia entre personas mayores que se encuentran en situación de soledad o entre colectivos residentes en zonas rurales. Pero hay que destacar que la digitalización del sector sanitario ha avanzado con tal fuerza en los últimos años que ya supone una solución ante los retos mencionados.
Representa, de hecho, un paso adelante en el cuidado de las personas mayores al combinar bienestar y cercanía con los profesionales sanitarios sin salir del hogar. Ello, de por sí, es la más enorme ventaja.
La Dra. Omidres Pérez de Carvelli, presidenta de la Organización Internacional de Telemedicina y Telesalud, indica que actualmente las tecnologías de la información constituyen una gran oportunidad para que los adultos mayores y las personas con discapacidad o limitaciones funcionales obtengan atención médica, sea cual sea la situación que tengan, sin movilizarse de sus sitios de residencia y con tan solo una conexión a la red.
“Además, con el apoyo de un cuidador involucrado en el uso de las herramientas, en este caso de los aplicativos de telemedicina online y de un dispositivo inteligente, el adulto mayor podrá cerrar la brecha digital que implica recibir cuidados sanitarios a través de Internet”, explicó.
Es esencial la formación constante
La experta cree, además, que es fundamental formar constantemente a los pacientes, cualesquiera sean sus edades, en el uso de aplicaciones que les ayuden a recibir atención sanitaria a distancia. En ello coincide con la española UDP, que apuesta por continuar empoderando a los adultos mayores mediante la participación activa desde sus hogares o centros, sin tener que desplazarse entre comunidades o ciudades.
Para ello, dicen los voceros del ente gremial, resulta vital realizar formación informática básica para las personas, entidades y asociaciones que se encargan de velar por este grupo etario. “En definitiva, la telemedicina plantea soluciones a los retos y desafíos que se presentan hoy en día, como el creciente aumento de la demanda de servicios de salud, el envejecimiento de la población o la necesidad de gestionar grandes cantidades de información, entre otros”.
Prensa MEDDI Hub a.s. /
Francisco Javier Figuera, comunicador social