La mayor filtración de datos de la historia, aun mayor que la de Wikileaks, conocida como los “Papeles de Panamá”, marca indudablemente un antes y un despues dentro de la seguridad informática. Hablamos de una filtración de más de 11 millones de documentos que suman un total de 2,6 TB robados en 2015 de los servidores de Mossack Fonseca, un bufete de abogados panameño dedicado principalmente a la gestión de sociedades offshore a clientes multimillonarios más o menos conocidos.
Más allá del impacto fiscal, judicial o político, esta filtración evidencia la fragilidad de la privacidad de nuestra información digital. No diferenciar entre la seguridad informática y las operaciones de TI provoca vulnerabilidades. Ahora más que nunca las empresas deben asumir que la seguridad de su información, y sobre todo la de sus clientes, está amenazada y puede ser vulnerada.
Escucha la entrevista con Adrián Gómez, director general de SGSI es un partner Gold de WatchGuard Technologies:
Normalmente el nivel de protección de una empresa es definido por los departamentos de Seguridad y Operaciones de TI, pero cada uno de ellos tiene establecidas sus propias prioridades ante una vulnerabilidad y esas diferencias significativas contribuyen en gran medida a la pérdida innecesaria de datos, caídas en la producción y daños potenciales a la reputación de la empresa.
A través de un comunicado a sus cliente, el bufete panameño lamenta sinceramente este evento y dicen haber tomado las medidas necesarias para remediarlo y prevenir que vuelva a ocurrir. Cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo.