Con la alarma generada por el coronavirus, lo que más preocupa fuera de China es precisamente lo que sale desde ese país para el resto del mundo. Nos referimos a millones de paquetes del pujante comercio electrónico asiático. El imaginario colectivo está lleno de escalofriantes imágenes con virus estallando en nuestra cara al abrir el correo postal. Pero… ¡Clama! Podemos seguir dando rienda suelta a nuestro consumismo oriental de bajo costo.
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Según los especialistas, la probabilidad de que los virus sobre los objetos infecten al ser humano es muy baja, de apenas unas horas, cosa improbable que ocurra si el paquete viene de China. Aunque la Organización Mundial de la Salud declaró emergencia internacional de salud pública ante el coronavirus, en el resto de países no debe cundir el pánico. Las medidas de prevención contra el coronavirus son las mismas usadas frente a la gripe: evitar contacto directo con enfermos, lavarnos frecuentemente las manos, estornudar hacia el codo y proteger especialmente a los grupos de riesgo.
Los grupos de riesgo también son similares: bebés, adultos mayores, personas con inmunodepresión o ciertas enfermedades crónicas, entre otros. En cuanto a los tapabocas, la recomendación oficial de la OMS sobre el uso de mascarillas para prevenir el coronavirus están dirigidas al entorno hospitalario.