El funcionamiento de esta tecnología, consiste en recoger la luz solar en órbita y enviarla, mediante láser o microondas, hacia la superficie. Esta novedosa planta solar funcionaría, en su último diseño, a 36.000 kilómetros de altura, salvando así los inconvenientes naturales de la energía solar, es decir, la interferencia de la atmósfera, los días nublados y por supuesto, las noches.

Por supuesto, un proyecto así plantea numerosos retos tecnológicos. La primera etapa incluye una estación de energía solar de tamaño más reducido, que se lanzará a la estratosfera (unos 60 kilómetros de altura) construir y lanzar estaciones de energía solar de pequeño tamaño para probar los sistemas de recepción y envío, mediante tecnología wireless (no se ha especificado si se tratará de láser o microondas).
La planta podría recoger luz solar de manera permanente. “Se trataría de una fuente inagotable de energía limpia”, explicaba Pang Zhihao, uno de los ingenieros responsables del proyecto en la Academia China de Tecnología espacial, “y podrá suministrar energía constante, a una intensidad seis veces mayor que la de las plantas solares convencionales en la Tierra”.
El siguiente paso será una estación espacial de megavatios de potencia. Finalmente, y si los plazos transcurren sin incidentes, antes de 2050, podría estar funcionando la primera gran estación solar a nivel comercial con potencias de gigavatios.
El anuncio de estos planes por parte de China debería empujar hacia la búsqueda de propuestas energéticas más limpias y sostenibles. Estados Unidos, y hasta Japón, confirmaron hace algunos años, su interés en desarrollar estaciones solares similares, pero con el paso del tiempo aquellos planes quedaron en agua de borrajas.
Quizá el comprobar que su competidor más directo se lanza hacia la búsqueda de energías renovables en el espacio, haga que más países se suban al carro de alternativas viables.
Origen: China quiere ser la primera en desplegar una planta solar en el espacio
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