Guiones originales, películas independientes o cine de culto son tres opciones cinematográficas cada vez con menos presencia en la cartelera. Hollywood manda y la principal industria del cine viene de unos años atrás apostando por las secuelas. La razón: el dinero. Ante todo, se busca rentabilidad y las secuelas garantizan una buena taquilla, así como negocio paralelo en forma videojuego y de la mercadotecnia en general.
La idea de enfocar un film hacia una sola entrega ha quedado obsoleta y los directores firman con las productoras un guion, el cual se adapte para otras siguientes partes. Toca crear sinergia entre los personajes y los fans, además de generar intriga adelantando parte de la siguiente entrega al final de cada película con la intención de vender y exprimir al máximo el potencial de los actores. Y es que Hugh Jackman no va a ser eternamente Lobezno o Logan, según el título de la película basada en el personaje de Marvel. El concepto de película hacia el que gira el cine en la actualidad cambió el día en que Steven Spielberg estrenó ‘Tiburón’ en 1975. Ante el éxito en taquilla, los productores vieron aquel largometraje como el filón perfecto para lanzar un mismo guion con el máximo beneficio posible. Sin embargo, aún no se habían percatado de la importancia de pactar de antemano, la continuidad de una historia por parte del director. Por lo tanto, no es de extrañar que las siguientes secuelas sin el aclamado director Spielberg resultaran un fiasco. Él mismo, llegó a decir cuando le propusieron llevar Tiburón de nuevo a la gran pantalla que ‘’hacer una secuela es solo un truco barato de feria’’.
Des de que se pronunciasen aquellas palabras, Hollywood ha hecho odios sordos al dicho tan popular ‘nunca segundas partes fueron buenas’. La trilogía del ‘Señor de los Anillos’ marcó un antes y un después bajo la gran dirección de Peter Jackson, quien también está detrás de la versión de 2005 de King Kong y que, como tantos otros films, se ha abierto las puertas dentro del mundo de los videojuegos y las tragaperras en el casino online. En realidad, hablamos de universos paralelos que se retroalimentan con películas inspiradas en videojuegos y viceversa. Por norma general, los aficionados a este tipo de juegos también lo son al cine y Kong, así como muchos títulos del universo Marvel, figuran entre los más demandados dentro de los casinos y las consolas, por lo que hay que entender estas películas como un negocio universal fuera de la gran pantalla, por todo lo que generan a su alrededor con videojuegos y la mercadotécnica en forma de camisetas, tazas y cualquier otro utensilio en que se pueda imaginar.
Precisamente, un héroe de comic cambió la percepción de estas películas, de las que se conoce el punto de partida y no siempre el verdadero final. Christopher Nolan se ganó hasta el visto buena de los críticos de cine con Batman, con la que obtuvo dos premios Oscar. Uno se le concedió a Heath Ledger de manera póstuma y el otro al sonido por la segunda parte. Por tanto, entre las sagas es posible encontrar una obra maestra que justifique se siga buscando al verdadero Spiderman. Desde 2002 ya hay tres actores que han encarnado al arácnido con traje y, entre tanto, se hace caja porque en la última entrega está cerca de superar los 800 millones en taquilla sin mencionar a las ventas que genera en todos los productos con su nombre.