Eran las once y media de la noche del lunes y Matt Miller fue despertado súbitamente por su hija: “Papá, creo que te han hackeado Twitter”. Este susto fue el pistoletazo de salida y solo la punta del iceberg de una angustiosa situación que derivó con la cuenta de su banco bloqueada, un cargo de 25.000 dólares no reconocido y toda su vida virtual en manos ajenas.

Imagen por NATALE Matteo vía Shutterstock
Este bloguero detalló punto por punto su drama en un artículo publicado en ZDNET y titulado Historia de horror SIM Swap: he perdido décadas de documentos y Google no mueve un dedo. Miller había sido víctima de un fenómeno cada más habitual y que ya ha traspasado nuestras fronteras: el SIM swapping.
La estafa de intercambio de SIM es un tipo de fraude de adquisición de cuenta que viola la autenticación de dos factores y la verificación de dos pasos, cuando el segundo factor o paso es un SMS o una llamada realizada a un teléfono móvil.
El peligro real de esta técnica reside en que explota un punto débil en un poderoso sistema de protección de identidad: la verificación en dos pasos. Y tiene lugar de esta manera: los hackers se hacen con el número de móvil de la víctima e identifican al operador que les da servicio; hecho esto, se ponen en contacto con este operador haciéndose pasar por el titular de la línea (en este punto, evidentemente conocen más datos del afectado, como su DNI, posiblemente cuenta bancaria, etcétera) y con esta información explican que han perdido su móvil y desean un duplicado de la SIM.
Una vez en su poder, los hackers acceden a los principales servicios de la víctima pulsando sobre “he olvidado la contraseña” y recibiendo los códigos de verificación en la línea ‘robada’. A partir de ahí es una bola de nieve que no para de crecer y el tiempo de reacción de la víctima resulta determinante.
Sigue leyendo: Cómo protegerse del robo de identidad móvil, una de las más peligrosas amenazas | Tecnología | EL PAÍS
[+] Videos de nuestro canal de YouTube