La Cámara de Representantes de Estados Unidos está a punto de aprobar una nueva ley titulada «Countering Untrusted Telecommunications Abroad Act» (Ley para Contrarrestar Telecomunicaciones No Confiables en el Extranjero), con el objetivo de atacar a Huawei, el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo. La representante Susan Wild presentó esta propuesta en julio del año pasado y se espera que pase a segunda lectura la próxima semana, luego de haber sido aprobada en la primera lectura por una mayoría de 361 votos a favor y 69 en contra.

El objetivo de la nueva ley es disuadir a cualquier aliado de EE.UU. que utilice equipos de Huawei y ZTE, empresas chinas de tecnología, alegando que operan como vehículos del Partido Comunista Chino para cometer violaciones a los derechos humanos, realizar vigilancia masiva y difundir tecnología a otros regímenes autoritarios.
En su informe, Susan Wild afirmó: «Ante esta amenaza, debemos redoblar nuestros esfuerzos para proteger nuestra seguridad nacional e intereses, ayudar a nuestros aliados a tomar medidas vitales para su propia seguridad y defender firmemente los derechos fundamentales». Sin embargo, algunos críticos consideran que Estados Unidos está presionando a sus aliados en nombre de la asistencia, lo cual es controvertido.
El proyecto de ley establece que…
Es de interés económico y de seguridad nacional de Estados Unidos garantizar que los países de todo el mundo utilicen equipos o servicios de telecomunicaciones confiables. El proyecto de ley también exige que se prepare un informe anual detallado que incluye información sobre la presencia de equipos o servicios de telecomunicaciones no confiables en las redes 5G de los países aliados. Además, se solicita una descripción de los planes de los operadores de red para utilizar equipos o servicios de comunicaciones no confiables en futuras redes 6G.
Sin embargo, el proyecto de ley no especifica las sanciones que se impondrían a los aliados que no cumplan con estas instrucciones. Aunque no se mencionan, es probable que Estados Unidos utilice herramientas como presión política, retiro de cooperación en seguridad y sanciones comerciales, entre otros, para castigar a aquellos aliados que no cumplan con las directrices establecidas en la ley.
Una larga historia
La aprobación de esta nueva ley podría tener un impacto significativo en Huawei y ZTE, ya que se sumaría a las sanciones previas que ya enfrentan estas empresas por parte de Estados Unidos. Desde 2019, Huawei ha sido objeto de restricciones comerciales y tecnológicas por parte del gobierno estadounidense, que lo ha incluido en una lista de entidades prohibidas para hacer negocios con empresas estadounidenses, citando preocupaciones de seguridad nacional. Estas restricciones han afectado la capacidad de Huawei para acceder a tecnología y servicios de empresas estadounidenses, lo que ha tenido un impacto en sus operaciones y en su posición en el mercado global de telecomunicaciones.
Guerra comercial y tecnológica
Es importante tener en cuenta que esta nueva ley se enmarca en el contexto de la creciente tensión entre Estados Unidos y China en el marco de la guerra comercial y tecnológica que se ha desarrollado en los últimos años. Estados Unidos ha expresado preocupaciones sobre la influencia y la presunta amenaza a la seguridad nacional que representan las empresas tecnológicas chinas, especialmente en el ámbito de las telecomunicaciones y la tecnología 5G.
Sin embargo, algunos críticos de la ley argumentan que es una estrategia política y comercial de Estados Unidos para socavar a Huawei, una empresa que ha liderado la tecnología 5G y ha competido exitosamente con otras compañías tecnológicas estadounidenses. También se ha argumentado que la ley podría tener un impacto negativo en la capacidad de Estados Unidos para competir en el mercado global de telecomunicaciones y perjudicar las relaciones con sus aliados internacionales.
La aprobación de esta ley también ha generado reacciones mixtas entre los aliados de Estados Unidos. Algunos países, como Australia y Japón, han adoptado políticas para restringir la participación de Huawei y ZTE en sus redes de telecomunicaciones 5G por motivos de seguridad nacional. Sin embargo, otros países, como Reino Unido y algunos países de la Unión Europea, han tomado un enfoque más equilibrado y han implementado medidas de seguridad y revisión de riesgos para mitigar cualquier posible amenaza sin prohibir directamente a Huawei o ZTE.
El impacto económico de esta ley también podría ser significativo
Huawei es uno de los mayores fabricantes de equipos de telecomunicaciones del mundo y su exclusión de los mercados internacionales podría tener repercusiones en su cadena de suministro y en la economía global en general. Además, otras empresas tecnológicas estadounidenses que mantienen relaciones comerciales con Huawei y ZTE también podrían verse afectadas, lo que podría tener un impacto negativo en el empleo y en la competitividad de la industria tecnológica de Estados Unidos.
El futuro real de esta ley y su impacto en la industria tecnológica y en las relaciones internacionales está por verse a medida que avanza en el proceso legislativo y se implementa en la política exterior de Estados Unidos.