Gatos, atardeceres y caras felices están perdiendo la batalla frente al verdadero boom en Instagram: el fenómeno #instafood. El café mañanero, una comida gourmet, un helado gigante… Cualquier plato de comida es bueno para saciar la glotonería visual de las redes sociales.
Pero como suele suceder en el mundo de la fotografía, no todo es apuntar y disparar. A continuación te daremos unos trucos para que transformes esas simples fotos de alimentos o recetas cotidianas en auténticos objetos de deseo.
Ingredientes frescos
No es lo mismo compartir un simple jugo de naranja que resaltar el hecho de que sea un jugo natural de frutas. El truco es tan simple como colocar una rodaja de fruta fresca junto al vaso.
Favorecer los contrastes
El mundo de la alimentación te regala un abanico enorme de tonalidades, y lo mejor será favorecer el color puro de los productos contrastándolos con otros, y con el resto de elementos que aparezcan en la composición.
Utilizar el fondo simples y lisos
El fondo puede servir para jugar con el contraste, pero fondos sobrecargados pueden desviar la atención del foco principal de la composición. Utilizar fondos simples y lisos es la clave para destacar nuestra receta.
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