Contar con aire limpio en las oficinas es muy importante. La mala calidad del aire afecta directamente nuestra capacidad de concentración, contribuye a propagar virus responsables de resfriados y gripes, influyendo así en la productividad laboral. Aunque en espacios interiores no podamos ver u oler la contaminación eso no significa que no esté ahí y que no nos afecte.

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El ambiente tiene un gran impacto en los trabajadores. Si ventilas tu oficina, aumentarás la productividad laboral. En una sala de reuniones la concentración de dióxido de carbono CO2 oscila entre 1.500 ppm y 3.000 ppm partes por millón. Son niveles que pueden afectar nuestra capacidad de procesar información hasta en 60% y reducir la toma de decisiones y la creación de estrategias en más de 90%. Aunque el dióxido de carbono se considere peligroso a partir de una concentración de 50.000 ppm partes por millón, en concentraciones mucho menores puede producir molestias diversas, como dolor de cabeza, cansancio y bajo rendimiento. Por eso, la ventilación de las oficinas tiene que convertirse en una de las prioridades para el empleador: por un lado, con el fin de mantener baja la concentración de CO2 y, por el otro, para mantener a los empleados saludables y productivos.
Otro factor a tomar en cuenta es la humedad. Si los niveles de humedad son demasiado altos o demasiado bajos, favorecen la transmisión de agentes infecciosos y tienen un efecto directo en la propagación de los virus entre los colaboradores. Esto incide en la productividad ya que disminuye el desempeño laboral, aumenta el ausentismo así como en la percepción de un ambiente “sobrecargado” entre compañeros.
Más allá del CO2 y la humedad, están los llamados Compuestos Orgánicos Volátiles. Son contaminantes del aire liberados por productos químicos de limpieza, pinturas, alfombras y por la quema de combustibles como por ejemplo el gas o la gasolina. Estos compuestos que tanto influyen en la calidad del aire de los espacios interiores pueden entrar desde el exterior a través de ventanas o sistemas de ventilación no filtrados. Se ha demostrado que, incluso en concentraciones bajas, los compuestos orgánicos volátiles pueden afectar al sistema nervioso y respiratorio, entre otras consecuencias.
Al igual que la calidad del aire, una adecuada iluminación es también un elemento muy importante a tener en cuenta a la hora de adoptar medidas para conseguir el bienestar de los profesionales que trabajan en espacios interiores. Son mejoras que aumentarán la productividad de tu oficina y que tus empleados agradecerán.