Un grupo de investigadores de la Universidad de Beijing logró crear un interruptor molecular que se activa y desactiva al ser alcanzado por un fotón. Este avance es prometedor y nos acerca a un futuro en el que la computación óptica podría reemplazar a los actuales circuitos: la luz se mueve más rápido que la electricidad, lo que da lugar a velocidades de proceso mucho más altas.
Esta electrónica permitiría además lograr circuitos mucho más compactos y eficientes que podrían ser integrados inicialmente en sistemas como paneles solares, sensores y aplicaciones biomédicas.
El logro de este grupo de investigadores resuelve problemas de anteriores desarrollos con interruptores moleculares que se quedaban atascados en la posición de «encendido».
Según estos expertos este interruptor podría funcionar durante un año, una mejora impresionante sobre anteriores modelos que apenas duraban unos días en el mejor de los casos.
Origen: Un singular avance en electrónica molecular nos acerca al futuro de la computación