¿Es el cifrado el culpable de que los cuerpos de seguridad no lograran detener o evitar los atentados de París? Eso es lo que parecen argumentar algunas personalidades del mundo político como Dana Perino -secretaria de prensa de Bush- o James Wolsey -antiguo máximo responsable de la CIA-.
La tesis no es especialmente sencilla de defender, pero eso no ha impedido que las agencias de inteligencia comiencen a plantear medidas más serias en el ámbito del espionaje y la monitorización masiva de las comunicaciones, además de una lucha abierta contra el cifrado de esas comunicaciones.
Un debate delicado sobre un tema aún más delicadoLo comentaban por ejemplo en The Verge, donde hace unas horas hablaban de cómo en el Reino Unido ya se están oyendo voces que quieren aprovechar el momento para tratar de aprobar la Investigatory Powers Bill -cuyo borrador apareció hace dos semanas- y que precisamente habilitaría al gobierno de David Cameron para aumentar este tipo de control sobre las comunicaciones.Los que apoyan ese tipo de medidas se encuentran con argumentos muy fuertes en contra, y sobre todo uno que parece dejar claro que ese control no demuestra evitar estas tragedias.
Ha ocurrido precisamente en Francia, que hace unos meses -tras los tiroteos de Charlie Hebdo- aprobó una serie de leyes para que las agencias de inteligencia pudieran monitorizar las llamadas telefónicas y los correos de sospechosos de terrorismo sin autorización judicial.
Origen: Con los atentados de París, vuelve también la guerra contra el cifrado de las comunicaciones