Google ahora es la que sale a la palestra de la privacidad al conocerse que han filtrado conversaciones privadas y que la compañía (igual que Amazon) usa a personas para revisar manualmente algunas de las grabaciones, muy pocas, alrededor del 0,2 por ciento, pero conversaciones al fin y al cabo. Es lo que afirmaron a Wired desde la empresa americana.

Imagen por CoinUp vía Shutterstock
No se trata sólo de lo que decimos tras pronunciar «Hey, Google» o «OK, Google», sino que además el sistema graba otras palabras o frases, otras conversaciones (que pueden incluir nombres y direcciones así como otros datos sensibles) que luego son escuchadas para su transcripción a otros idiomas. Son pasos necesarios para pulir la labor del algoritmo de escucha y aprendizaje de Google.
«Nos asociamos con expertos lingüistas de todo el mundo para mejorar la tecnología de voz transcribiendo un pequeño conjunto de palabras. Este trabajo es clave para desarrollar la tecnología que hace posible productos como el Asistente de Google.»
El problema es que esas grabaciones han salido a la luz de forma indebida. Y pese a la supuesta seguridad, ha sido muy fácil atar cabos y encontrar a los usuarios afectados.
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