La tecnología móvil será una de las herramientas fundamentales para enfrentar el cambio climático y desarrollar soluciones inteligentes que aseguren un crecimiento económico sustentable en América Latina. Esta es la conclusión de un estudio de la Asociación Global del Ecosistema Móvil GSMA y el Banco Interamericano de Desarrollo. El reporte analiza cómo la industria TIC está facilitando la reducción de emisiones de carbono a través de todos los sectores productivos, al mismo tiempo que reduce su propia huella ecológica. La investigación también describe cómo Internet de las Cosas (IoT) y Big Data están ayudando a enfrentar el cambio climático y a proteger el medio ambiente.
El estudio de la GSMA publica los nuevos datos regionales sobre desechos electrónicos con América Latina representando 9% del total de residuos de este tipo generados globalmente. Según el reporte, la tecnología móvil y las TIC tienen el potencial de reducir eficientemente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y separar efectivamente el crecimiento económico del crecimiento de las emisiones. Un fuerte compromiso por la eficiencia energética y la energía renovable es el camino que debe tomar la industria digital para alinearse con el Acuerdo de París y mantener el calentamiento global muy por debajo de los 2 grados Celsius.
En esa onda, los operadores móviles de América Latina están definiendo objetivos para expandir durante los próximos años el uso energía renovable, al mismo tiempo que se enfocan en iniciativas para reducir el consumo energético y contribuyen con proyectos de protección ambiental, como campañas para reducir la deforestación y desarrollar servicios que protejan la vida salvaje. Pero estos planes para proteger el medio ambiente en la región requieren del apoyo de todos los sectores, sobre todo el gubernamental.
Los gobiernos de Latinoamérica y el Caribe deben mejorar los incentivos para el reciclaje y el reutilización de los equipos eléctricos y electrónicos. El reciclaje reduce el consumo energía en la producción de equipos electrónicos ya que disminuye la demanda de materia prima, cuya extracción demanda muchas recursos. Esto reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y hace que menos desechos electrónicos lleguen a los rellenos sanitarios.