En esencia, lo que han hecho en Frolic ha sido combinar un chip bluetooth de bajo consumo con un pequeño actuador que pulsa el timbre. Todo el sistema ha sido impreso en 3D para poder montarlo en el interior de un timbre de bicicleta común y corriente.
El timbre tiene varios usos que se gestionan desde su propia aplicación móvil. En primer lugar, el dispositivo marca sobre un mapa la localización de la bici cuando nos separamos de ella más allá del rango de diez metros del bluetooth. Cuando volvemos a por la bicicleta, la aplicación muestra la distancia en metros que nos separa de nuestra montura. Si aún así seguimos sin verla, podemos activar el timbre cuando estemos dentro del rango del bluetooth.
La mala noticia es que el invento no está a la venta. Se trata de un prototipo
via La mejor manera de localizar tu bicicleta es este timbre inteligente.