Primero Apple anunció que activará una opción para que las conversaciones con Siri no puedan ser escuchadas por humanos, aún cuando son anónimas y aún cuando se hace para mejorar el reconocimiento de voz. Ahora Amazon ha anunciado que hará lo mismo con Alexa.

Imagen por Arthimedes vía Shutterstock
La nueva opción de Amazon para impedir que tus conversaciones sean escuchadas, más allá del propio asistente, ya está disponible. Ahora, un aviso advierte que las conversaciones con Alexa pueden ser escuchadas por terceros, incluyendo humanos que hacen revisión de las voces y su interpretación. El texto viene acompañado con el selector para desactivar esta opción. Resulta que esta configuración ya estaba disponible, pero las condiciones de privacidad en las apps y servicios de Amazon nunca son tan claras o fáciles de entender como deberían. Muchas personas creían que, al desactivar la opción, Alexa dejaba de escuchar o entender lo que le decías. El cambio del texto en la advertencia de Amazon, simplemente, hace más clara la explicación.
Ya sabemos que los asistentes virtuales siempre están escuchando y hasta sabemos que nuestras charlas con ellos son almacenadas. Lo que no sabíamos, y eso desató una gran polémica, es que esas conversaciones también, son escuchadas por otros humanos. Amazon fue la primera en reconocer que empleados de la empresa pueden acceder a las conversaciones de Alexa. Luego personal contratado por Google en Holanda, nada más y nada menos, filtró el audio original de conversaciones privadas que tenían como encargo analizar para mejorar las respuestas del asistente. Conversaciones que pueden incluir nombres y direcciones así como otros datos sensibles como información médica, credos religiosos y orientación sexual.
El problema es que esas grabaciones salieron a la luz de forma indebida. A pesar de que, por seguridad, en los audios eliminan el nombre del usuario, al parecer fue muy fácil atar cabos en los sonidos holandeses divulgados y fue posible encontrar a los usuarios afectados quienes pudieron escuchar sus propias voces en una conversación.