Voz de América y Radio Free Europe/Radio Liberty, financiadas por el Congreso de Estados Unidos, y otros siete medios vinculados a ellos quedaron clasificados como órganos que «ejercen funciones de un agente extranjero”. El anuncio tuvo lugar después de que el presidente ruso Vladimir Putin firmara la ley que permite clasificar de esa forma a los medios de comunicación, que implica que tienen que hacer público el origen de sus fuentes de financiación y un mayor escrutinio.
La ley fue aprobada por el parlamento ruso en noviembre en represalia a la decisión del gobierno estadounidense de obligar al canal de televisión Russia Today (RT) a registrarse como «agente extranjero» en Estados Unidos (tras las sospechas de la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales).
Rusia amplió una ley similar de 2012 que obligaba a las organizaciones de la sociedad civil y ONG a publicar sus fuentes de ingresos, varias oenegés tuvieron que renunciar a un financiamiento proveniente del extranjero y otras dejaron de funcionar.
La aprobación de la ley supuso un nuevo capítulo en las tensiones entre Rusia y Estados Unidos vinculadas a las acusaciones de injerencia rusa en las pasadas elecciones presidenciales estadounidenses que ganó Donald Trump.