No es la primera vez que vemos un brazo robótico combinado con un sistema de impresión 3D, pero este es un poco diferente. Su cabezal, inspirado en cómo tejen sus telas las arañas, imprime estructuras tridimensionales que se mantienen en perfecto equilibrio por sí solas.
El robot es una creación de un grupo de diseñadores que se pusieron como meta tratar de diseñar un sistema de impresión 3D cuyas estructuras fueran capaces de desafiar la gravedad. Hasta ahora, estos equipos de impresión 3D acumulan material a favor de la gravedad, capas sobre capas.
Para lograr este desafío, los creadores del robot se inspiraron en unas de las estructuras más fascinantes de la naturaleza, las telas de araña. Aunque a simple vista, nosotros solo vemos finos hilos uniformes, la seda de araña al microscopio tiene un aspecto muy diferente, con varias hebras sujetas a la principal que actúan como tensores y mantienen la seda en posiciones en las que un hilo normal se vendría abajo.