Apple reconoció que el iOS 10.2.1 y el 11.2 están capacitados para reducir la velocidad de los dispositivos para compensar problemas con sus baterías de iones de litio envejecidas. De lo contrario, podrían causar que el iPhone se apague inesperadamente. El gigante tecnológico explicó que a medida que envejecen las baterías, éstas pierden su capacidad de carga en relación a las baterías nuevas y pueden enfrentar problemas cuando tienen poca carga o en temperaturas bajas.

El año pasado con el iPhone 6 y el iPhone 6S, cuyos procesadores querían alcanzar velocidades más rápidas sin que las baterías puedan soportar la demanda, causando que algunos teléfonos se apaguen repentinamente. En respuesta a este problema, comenzando con el iOS 10.2.1 Apple mejoró la capacidad de administración de energía de su nuevo software haciendo que los dispositivos sean efectivamente más lentos en casos de temperaturas frías, baja carga y baterías viejas para evitar que se apaguen, dijo la compañía.

El software del año pasado afectó al iPhone 6, 6 Plus, 6S, 6S Plus y SE, mientras que el nuevo iOS 11.2 también afectará al iPhone 7 y 7 Plus.