En esta publicación revisaremos las principales características de los cinco ataques utilizados con más frecuencia en casos de cibercrimen. Algunos de ellos son de reciente aparición, mientras que otros son viejos conocidos pero con nuevas características. Analizaremos estos ataques y las razones por las cuales han comenzado a ser utilizados con mayor frecuencia por los por atacantes que buscan obtener diferentes tipos de beneficios a costa de los recursos e información de los usuarios.

Imagen por Andrey_Popov vía Shutterstock
Ataques de phishing
Si bien se trata de un ataque conocido y utilizado desde hace años por el cibercrimen, las recientes campañas de propagación muestran nuevas características. Por ejemplo, ahora los sitios web de phishing utilizan certificados de seguridad.
De acuerdo con el Antiphishing Working Group, durante el segundo trimestre de 2018, alrededor del 35% de los ataques de phishing registrados se alojaron en sitios web con el protocolo HTTPS, cifra que significa un importante incremento en comparación con el casi 5% de los casos de sitios falsificados con certificados SSL, reportados hacia finales de 2016.
Una de las posibles razones de este incremento se debe a los recientes cambios registrados en los navegadores web. Google Chrome, por ejemplo, desde julio de este año comenzó a identificar los sitios web que utilizan HTTP como “No seguros”. Por otra parte, la iniciativa de algunas autoridades certificadoras para emitir certificados de manera gratuita permitió que más sitios puedan contar con certificados de seguridad, incluidos los sitios fraudulentos.
Vale la pena mencionar que las campañas de phishing han comenzado a utilizar vías alternas de propagación al “tradicional” correo electrónico, como por ejemplo, las aplicaciones de mensajería; en un intento de llegar a más potenciales víctimas. Al mismo tiempo, estas campañas maliciosos también incluyen características de ataques homográficos, lo que añade más dificultades a los usuarios para la identificación de los sitios web apócrifos.
Por lo tanto, las prácticas de seguridad que solían ser recomendadas con relación al phising, continúan siendo válidas, aunque ya no suficientes, debido a las nuevas características de los ataques de este tipo. Ahora no basta con verificar la URL, el candado de seguridad o el uso de HTTPS, convendría también revisar el nombre común del sitio en los certificados de seguridad, para compararlo con el dominio del sitio en cuestión.
Criptojacking
Se trata de una amenaza de cibercrimen que comenzamos a identificar a principios de agosto de 2017 y que tiene como principio el secuestro de la capacidad de procesamiento de un equipo ajeno para ganar dinero mediante la minería de criptomonedas. Una de las formas de infectar los dispositivos es a través de scripts que se ejecutan en el navegador de los usuarios. En otras palabras, basta con que el usuario visite un sitio web que contenga el código para que su procesador sea utilizado para minar alguna criptodivisa. El criptojacking comenzó a tener una gran actividad hacia finales del año pasado, siendo la amenaza más detectada por la telemetría de ESET a nivel mundial entre diciembre de 2017 y junio de 2018.
En lo que va de 2018, en la región latinoamericana, casi la mitad de las detecciones de JS/CoinMiner (firma utilizada por las soluciones de ESET) se concentra en dos países: Perú (30,72%) y México (17,41%), seguidos por Ecuador (8,89%), Brasil (7,73%) y Argentina (7,08%).
Las soluciones de ESET identifican esta amenaza como una PUA (de las siglas Potentially Unwanted Application); es decir, como una aplicación potencialmente no deseada, y no como malware, ya que la minería es en sí misma una actividad legítima. La ilegalidad del criptojacking se da cuando los recursos de procesamiento del usuario son utilizados sin su consentimiento y sin su conocimiento.
Malware
Los códigos maliciosos continúan siendo una de las principales amenazas, al tiempo que también son utilizados para llevar a cabo ataques. Además, de acuerdo con el ESET Security Report 2018, las infecciones por malware se presentan como la principal causa de incidentes de seguridad en las empresas latinoamericanas.
Los Laboratorios de Investigación de ESET reciben diariamente más de 300,000 muestras únicas de malware, lo que muestra un panorama del problema, sobre todo si consideramos que se desarrollan amenazas de este estilo para prácticamente todos los sistemas operativos utilizados de la actualidad.
Para poner otro ejemplo, los laboratorios de ESET identifican mensualmente, en promedio, alrededor de 300 muestras de malware para Android. Además, han comenzado a aparecer muestras de malware especialmente diseñadas para afectar a los dispositivos de la denominada Internet de la Cosas; que luego de ser comprometidos son utilizados para llevar a cabo otros ataques.
Aunado a lo anterior, han aparecido otras amenazas que operan bajo el principio del ransomware, pero lejos de secuestrar la información o los sistemas operativos (como lo veníamos observando), los códigos maliciosos ahora podrían secuestrar los propios dispositivos, en algo que se ha llamado Ransomware de las Cosas (RoT, por sus siglas en inglés).
Ciberextorsiones…
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