El páncreas funciona a través de un algoritmo, con el que inyecta automáticamente la cantidad de insulina que el paciente necesita para regular el nivel de glucemia en la sangre de pacientes con diabetes de tipo uno, y solo necesita que se indique el inicio de la comida, sin que haya que precisar los hidratos de carbono que van a ser consumidos.
Fuentes de la investigación, liderada por el Conicet argentino (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), explicaron que se ensayó el órgano artificial en cinco pacientes adultos, hombres y mujeres, que pudieron mantener sus niveles de glucosa «dentro de un rango aceptable» durante las 36 horas de prueba.
El sistema se compone de un sensor continuo de glucosa, una bomba de infusión subcutánea de insulina y un teléfono inteligente, en el cual se programa el algoritmo diseñado por los investigadores argentinos, que apuntaron que, aunque los resultados de las pruebas son «promisorios», aún hacen falta exámenes en un número mayor de personas.