Nuestra información personal y de los dispositivos son valiosas para los delincuentes, por eso debemos protegernos y ponerle las cosas difíciles. Las contraseñas son una parte primordial para el cuidado de la información. Mientras más segura es la clave, más seguros estarán nuestros datos. A continuación encontrarás una serie de sugerencias para incrementar el nivel de protección en tu mundo digital.
Contraseñas robustas: Este es el primer paso: sin ellas se es mucho más accesible. “Se deben cambiar las contraseñas que vienen por defecto, cuidar que no sean las mismas en todos los servicios y no compartirlas”, apuntan desde Incibe. Una posible técnica para recordarlas seria tomar las iniciales de una frase que nunca se olvide, añadiéndole una fecha y algún símbolo.
Gestor de contraseñas: No siempre nos da la cabeza para recordar las contraseñas, especialmente si son muy complicadas (que es como deberían ser). Utilizar gestores puede ayudarnos en esta tediosa tarea, haciendo que las contraseñas sean más complejas e impredecibles.
Actualizaciones: Tener actualizado el sistema soluciona problemas de seguridad y añade defensas ante las últimas técnicas de ataque conocidas. Las actualizaciones son especialmente importantes para dispositivos como las televisiones inteligentes, una puerta de entrada a nuestros datos personales que, por su novedad, no tenemos demasiado controladas.
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