TrendForce cree que la demanda y la competencia seguirán abaratando los costes de las memorias NAND mientras que el precio de los discos duros se estabilizará por la longevidad de la tecnología. Los discos duros con más espacio seguirán siendo más baratos, pero los precios de los SSD habrán caído tanto que los fabricantes de computadoras preferirán sacrificar unos gigas para ofrecer mayor rendimiento.
TrendForce estima que, en 2017, una unidad SSD de 256 GB costará ~40 dólares, mientras que un disco duro de 500 GB (una opción popular entre portátiles) se quedará en 30. Con los servicios de streaming y los costes actuales del almacenamiento en la nube, es difícil pensar que los fabricantes de portátiles elijan la segunda opción.
Para convencernos de todo esto, el estudio de TrendForce analiza también la adopción del SSD en el mercado de portátiles. El gráfico también se dispara. En 2015, un 24% de los portátiles salió de fábrica con un SSD. Para 2016 estiman un 31%. Y en 2017, el 41% de los portátiles del mercado traerá un SSD instalado.
Origen: La paridad de precios entre SSD y discos duros está más cerca de lo que pensamos