Dilema 1: Un vehículo sin conductor se queda sin frenos llegando a un paso de cebra. Si sigue recto atropella a dos peatones, si da el volantazo se lleva por delante a un gato. Dilema 2: El vehículo se encuentra en el paso a un ejecutivo trajeado y, si gira, a un indigente. El choque matará a uno de ellos. Dilema 3: A bordo del automóvil van una mujer embarazada y su hija, enfrente tres ancianos que solo puede evitar yendo contra un muro. ¿A quién salvarías? Un experimento con millones de personas muestra ahora cómo debería ser la moral que guíe a los vehículos conectados en un accidente. Sus resultados son una medida de la propia moral humana.
Ya hay infinidad de ensayos con autos que se conducen solos, ha habido hasta atropellos mortales y es cuestión de tiempo que los vehículos autónomos circulen de forma habitual por las carreteras. Habrá situaciones en las que un fallo mecánico, el tiempo o las condiciones de la carretera hagan inevitable el accidente. En esos casos las máquinas deberán decidir entre dos males y para ello habrá que dotarlas de unos principios morales.
Buscando esos principios, un grupo de científicos europeos y estadounidenses diseñaron un videojuego (un serious game) en el que los participantes tenían que hacer de auto autónomo. Se les presentaron una decena de dilemas como los de arriba en los que alguien moría sí o sí, ya fueran los ocupantes del coche o diversos peatones, desde una persona obesa hasta tres viejecitas, pasando por alguien que cruzaba la carretera por donde no debía. Salvar a las personas sobre los animales, cuantas más personas mejor y a los niños sobre los ancianos son las decisiones mayoritarias.
En el experimento de la máquina moral, como la han llamado, han participado ya más de dos millones de personas de 233 países y territorios (aún se puede jugar). Con sus casi 40 millones de dilemas resueltos, se ha convertido en una especie de tratado sobre lo que los humanos creen que es más o menos correcto…¿A quién mataría (como mal menor) un coche autónomo? | Ciencia | EL PAÍS