Normalmente, los fabricantes de este tipo de aparatos electrónicos necesitan una aprobación por parte de alguno de los 28 laboratorios certificados por la CTIA, organización encargada de examinar los productos relacionados con la telefonía y otros dispositivos móviles.
Las pruebas realizadas deben garantizar así el debido cumplimiento de la normativa estándar establecida por el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos para poder comercializar sus productos en el mercado norteamericano.
Sin embargo, Samsung es el único fabricante que utiliza sus propias instalaciones para llevar a cabo esta verificación. Esta situación ha puesto de relieve las sospechas acerca de una posible omisión en seguridad durante el proceso de fabricación de las baterías.
Samsung ha asegurado, por su parte, que las pruebas realizadas de manera interna no revelaron problemas en los Note 7, que tuvo que se retirado de los mercados en donde se puso a disposición. Más leña al fuego.
Origen: Más leña al fuego: Samsung certificaba sus propias baterías
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