Cualquier persona que escuche el término “telemedicina” puede llegar a creer que el paciente sólo estará para unidireccionalmente escuchar y acatar ciegamente las instrucciones de su médico o profesional de la salud. Nada más lejos de la realidad. Una de las bondades de este paradigma, basado en el uso armónico de las tecnologías de la información y comunicación, en favor de la salud y el bienestar de las personas, es que convertirá al usuario-paciente en un sujeto activo, una persona que comparte, que pregunta –incluso al punto de cuestionar lo que le dicen- y que, finalmente, aporta datos, información y compromiso de corresponsabilidad activa y permanentemente durante todo el proceso.

Así lo considera el gerente de Proyectos Especiales de MEDDI Latam, el Dr. Miguel Guevara, para quien, de esta forma se establece una relación más profunda entre los interlocutores y transforma el servicio de salud en un intercambio bidireccional, con aportes de todos los participantes: pacientes, usuarios, acompañantes, familiares, cuidadores y miembros de los equipos de salud.
Una investigación divulgada por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Carabobo (Venezuela), titulada “Las telecomunicaciones, la telemedicina y la reingeniería de la salud”, resalta que, para la población en general, la Telemedicina representa un mejor acceso a la cantidad y calidad de los servicios de salud. “Además, contempla la posibilidad de disfrutar de una experiencia “tele-educativa” asociada (reingeniería de la educación) y, por lo tanto, una mejora en el bienestar económico y socio-cultural”, resalta el documento. Pero ¿a qué se debe todo ello?
El potencial de la telemedicina
La Telemedicina requiere de plataformas que enfaticen en sistemas de videoconferencias sobre los que se establecen las relaciones profesional de salud-pacientes, profesionales de salud- profesionales de salud, mediante una comunicación dinámica audiovisual en tiempo real o diferido. Ello, a criterio del Dr. Guevara, incentiva el intercambio de información completa para promoción de la salud, prevención de la enfermedad, educación sanitaria, apoyo diagnóstico, apoyo en el tratamiento, rehabilitación y hasta cuidados paliativos. Todo ello con las necesarias garantías de estándares internacionales en seguridad de la información de salud de las personas y la disponibilidad en tiempo real de esa información para la toma de decisiones.
El potencial de estas tecnologías incorporadas a lo que ya se viene realizando en los servicios de salud impacta muchos aspectos, principalmente la reducción de costos, el alcance y el bienestar social que han permitido el crecimiento vertiginoso de éstas en el mundo. Pero, serán los intercambios bidireccionales de información entre los profesionales de la salud y los pacientes los que le darán su verdadera repercusión global.
Retroalimentación
El paciente se nutre de la experiencia y calidad del tratante, pero también aporta al personal sanitario los datos e información, que permitirán lograr mejores y más completos abordajes integrales de las situaciones de salud planteadas, a profesionales de todas las áreas de las ciencias de la salud, consiguiendo con el esfuerzo de usuarios y equipos de salud, indicadores de satisfacción y calidad de servicios cada vez más altos.
Enfatiza el gerente de Operaciones Especiales de MEDDI Latam que estamos al frente de un nuevo amanecer, con la posibilidad real de dar cumplimiento a un anhelo técnico y social, de crear escenarios de amplia participación de todos los involucrados, dando pie al respeto de los derechos humanos, y más aún de un derecho fundamental como el de la salud.
Las rutas de atención de pacientes en diversas áreas de la salud, nos habla a favor de concebir los espacios claros y contundentes para que el ser humano, sea el centro del proceso, la telemedicina nos permite con sus funcionalidades tener realmente esta posibilidad permanente, sobre la base de la ética, legalidad, seguridad y accesibilidad, concluye el experto.