El Jenga o La Torre es un juego de habilidad física y mental, en el cual los participantes tienen que retirar los bloques de una torre por turnos y colocarlos en la parte superior, hasta que esta se caiga. Un robot desarrollado por ingenieros del MIT, equipado con una pinza, un brazalete con sensor de fuerza y una cámara externa, elementos que hacen que pueda ver y sentir la torre y sus bloques individuales y ha aprendido a jugar.

El robot «aprende» si debe seguir empujando o cambiar y elegir un nuevo bloque, para evitar que la torre se caiga. Según explica Alberto Rodríguez, autor de la investigación y profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica del MIT:
A diferencia de las tareas o juegos más puramente cognitivos, como el ajedrez o el Go, el juego de Jenga también requiere el dominio de habilidades físicas como sondear, empujar, mover, colocar y alinear piezas. Requiere percepción y manipulación interactivas, donde se tiene ir y tocar la torre para aprender cómo y cuándo mover bloques. Esto es muy difícil de simular, por lo que el robot tiene que aprender en el mundo real, interactuando con la torre Jenga real. El desafío clave es aprender de un número relativamente pequeño de experimentos explotando el sentido común sobre los objetos y la física.
Origen: Este robot no solo aprende mirando, sino tocando, y ha aprendido a jugar a la Jenga