La Agencia Espacial Europea (ESA) ultima los preparativos de su primera misión a Mercurio, BepiColombo, un ambicioso proyecto lanzado junto a su homóloga japonesa, JAXA, para descifrar los secretos del planeta más pequeño del Sistema Solar. Del puerto espacial de Kurú, en la Guayana Francesa, despegarán este sábado a las 01.45 GMT a bordo de un cohete Ariane 5 el módulo de transferencia y los dos orbitadores, uno europeo y otro nipón, que recogen el testigo de las dos misiones anteriores de la NASA.
Tras su lanzamiento, le espera un viaje de más de 7 años en el que, para posicionarse a la velocidad adecuada en la órbita del planeta, efectuará 18 órbitas alrededor del Sol y se ayudará de la gravedad de la Tierra, Venus y el propio Mercurio en un total de nueve sobrevuelos. Una vez allí, será como trabajar «en un horno de pizza», destaca a Efe el jefe científico del proyecto para el orbitador europeo, Johannes Benkhoff.
Mercurio, el planeta más cercano al Sol, registra una radiación solar diez veces más intensa y un flujo infrarrojo 20 veces más alto que en la Tierra, un viento solar de hasta 400 kilómetros por segundo y temperaturas extremas que oscilan entre los 430 grados centígrados y los 180 grados bajo cero. Estas condiciones explican que sea el menos explorado de los que, como Venus, la Tierra y Marte, tienen una composición rocosa.»Hemos probado todo concienzudamente, pero estamos yendo a un entorno muy caliente», añade Benkhoff, consciente de los riesgos de una misión en la que el 85% de su tecnología ha sido diseñada específicamente para ella.
Sigue leyendo: Europa y Japón lanzan este sábado su pimera misión a Mercurio