La empresa Gaumard se dedica a fabricar robots para que los médicos y estudiantes de medicina practiquen actuaciones reales sin riesgo a dañar a una persona. Justamente Pediatric HAL es un hiperrealista e inquietante robot con sentimientos que habla, sangra, llora, y puede expresar todo tipo de emociones. El robot es tan realista, incrementado por el hecho de que es un simulador de paciente infantil, que resulta inquietante ver cómo practican actuaciones médicas reales, aunque se trate de un robot o la sangre sea artificial.
Gaumard asegura que su robot pediátrico es el más avanzado del mundo, y desde luego el vídeo parece confirmarlo. Pediatric HAL puede transmitir emociones con el rostro y la mirada: miedo, nervios, felicidad, alegría, enfado, y diferentes tipos de dolor. Y también habla, comunicando su estado. Si los sensores equipados revelan que el estudiante de medicina no está haciendo algo bien o, el corte o la cura no son correctos, el robot comienza a llorar como haría un niño de verdad. Los ojos son capaces de seguir al médico o a los objetos que tiene delante.
La gran ventaja de Pediatric HAL es que está diseñado para que se utilicen los instrumentos médicos reales, así que los estudiantes y médicos pueden practicar las mismas técnicas que con un paciente humano. Este robot paciente incluso sangra cuando el médico le pincha o practica un corte.