China y Estados Unidos están enfrascados en una dura disputa comercial en la cual, la red de banda ancha móvil de quinta generación se ha convertido en el trofeo. A la tensión que esto de por sí ya genera, ahora, una posible interferencia de espectros está formando una gran nube negra sobre las redes 5G.

La conexión ultra rápida de datos móviles 5G, que revolucionará las telecomunicaciones en años venideros, podría llegar a verse retrasada por algo que casi nadie había tomado en cuenta. Una de las frecuencias en las que puede operar esta red móvil está muy cerca de la que utilizan los sensores meteorológicos que detectan la formación del vapor de agua que da lugar a fenómenos como las tormentas.
Dos agencias estatales de Estados Unidos, la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, NOAA por sus siglas en inglés, que trabajan en predicciones meteorológicas han sido las primeras en avisar sobre este mal tiempo. Ambas agencias han pedido al organismo encargado de otorgar las frecuencias de telefonía, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) que detenga una de las bandas que subastó este para la red 5G.
El espectro de 24 GHz puede interferir en unos sensores que se utilizan en los satélites que trabajan en una frecuencia muy cercana, 23,8 GHz, lo que podría reducir su efectividad en un porcentaje muy significativo. Desde la NOAA aseguran que la puesta en marcha de esa frecuencia para la red 5G podría reducir 30% la precisión de las mediciones. Eso equivale a cuarenta años de retroceso en las predicciones meteorológicas. Sin estas mediciones, determinados fenómenos que han golpeado Estados Unidos en los últimos años no habrían podido ser previstos con antelación suficiente para evitar víctimas.
Pero no todo el mundo está de acuerdo en las previsiones de la NOAA y la NASA. La asociación de empresas de las comunicaciones inalámbricas de Estados Unidos, la CTIA, considera que las afirmaciones son erróneas y no se basan en pruebas científicas.